marzo 07, 2008

La experiencia de Antonio -Viaje 1 de 2-


Febrero 9, 2007. Hora: alrededor de las 9 AM.

Una vez frente al chamán tuve la opción de arrepentirme y abandonarme a las 'seguridades' de mi mente. Eso hubiera sido lo más 'seguro' en caso de pánico; como dicen en buen chileno: 'apretar cuéa', o salir corriendo. Pero contrariamente era algo ya decidido, es decir, había amanecido para llevar a cabo la experiencia y estaba seguro de no tener nada qué perder. Así que el trago lo agoté sin un respiro o pensamiento.


Siendo el primero en tomar el brebaje, también evidencié inmediatamente el rigor de su influjo. El dejo avinagrado me recordó por momentos los peores mareos y borracheras que alguna vez hubiese tenido. Era normal sentir algo así, de acuerdo a como me lo habían advertido; al igual que el 'jagüar', que pugna en alguna zona del vientre como advirtiendo que se está instalando. Un inusual pero soportable revoloteo en el estómago.

Es el momento de la expectación y de las invocaciones. Justo ese día entendí cómo un 'mantram' puede, al ser repetido mentalmente y con mucha fe, aquietar la mente. No es labor sencilla, pues justo en un momento como estos te visitan recuerdos, aprehensiones, miedos, planes, etc. Todos pujando por permanecer en la mente de quien quiere despojarlos. Hay que tener decisión y tranquilidad extrema para aliarse con tu mente y lograr controlar su actividad.


La invocación es ahora la madre; es necesario adorar aquello que se tiene, aquello que se agradece, aquello que se pide, e incluso aquello que se deja atrás, siempre con gran humildad. El viaje se fundamenta sobre un objetivo personal; no es para personas que quieran probar por probar o ver por ver. Es el ayahuasca con su sabiduría quien decide si te hace partícipe del reino del espíritu o no. La preparación física y mental, como ha sido advertido, son claves fundamentales para lograr un tránsito exitoso al interior de tí mismo.

En medio de los mantrams que repetía una y otra vez podía sentir que no mucho había cambiado en la forma en que podía percibir imágenes, ruidos e incluso pensamientos que de repente se colaban. A mi parecer había pasado una media hora y no notaba efecto alguno, salvo estar algo más relajado producto de la repetición interna.

Justo cuando cierto pensamiento proveniente de mi incredulidad me hacía razonar que quizá ésta experiencia no era para mí y que nada pasaría, algo muy parecido a un círculo dorado surgió en mi conciencia y doblegó cualquier pensamiento, y de ahí en adelante aquella función 'intelectual' de mi mente quedó en 'pañales', a merced de la caldera de símbolos e imágenes inconscientes propios de mi experiencia de vida.



Es difícil medir el tiempo en medio de ésta situación, pero al final supe que estuve 6 horas en algo que se denomina trance; dicen que en medio del trance es posible ver el pasado, el presente o el futuro, indistintamente; dicen que es posible contactarse con los espíritus; dicen que es posible disolver sufrimientos nacidos a partir de traumas; dicen que es posible tratar adicciones; dicen que es posible obtener 'poderes' naturales en el viaje; dicen que es posible adquirir fortaleza y sabiduría en el mismo; dicen que cada viaje acaece a la medida de cada uno.


En mi caso, asistí a un desfile de no se qué. El lenguaje no alcanza a hacer justicia, pero es cercano afirmar que pude entender y ver voces provenientes de otros dominios que decían hablar de mí. Cada imagen que intentaba retener, para elaborar un proceso de comprensión sobre lo que estaba viendo y lo que aquello podría significar, desaparecía con sólo pensarla y al instante ya era otra. Los ojos con que ves lo que ves no son los mismos con que vemos cada objeto cada día. Vale destacar que nunca estuve privado de mi consciencia durante esas 6 horas. Todo lo contrario: los sentidos se agudizan y estás en capacidad de percibir los sonidos más cercanos, o los que están a kilómetros, así como imágenes y situaciones a años de distancia con impactante fidelidad.


Es el inconsciente el que con certeza todo lo conoce; ésta experiencia puede ser, entre otras cosas, un viaje a la esfera que mayor influencia aporta a nuestras vidas, una a la cual la mente consciente no podría engañar o convencer. Al final es lo que está en el inconsciente de cada uno lo que va configurando patrones de conducta en diversos tipos de situaciones a través de la vida. Puede ser que el 'ticket' hacia la sanación deba ser buscado en el inconsciente y no en los buenos propósitos detrás de frases inteligentes, prudentes o prefabricadas. Por supuesto, el Ayahuasca es un método dentro de varios; Uno que constituye una especie de iniciación en la esencia más íntima y sutil de cada persona.


Invadido de un sentir que bien podría ser ser una mezcla de estupefacción y reverencia hacia lo que en cada instante me era revelado, pude viajar al sentido sagrado de las cosas y de los seres, leer capítulos celestiales, obtener respuestas claras a preguntas puntuales que me habían motivado a tener la experiencia, encontrarme con algún tipo de esencia de familiares vivos, recibir enseñanzas de su parte, y algo fundamental: observar traumas y tristezas, sumergidos en el más profundo olvido pero despiadadamente presentes en mi vida cotidiana, como algo natural y que de ninguna forma me definirían en la eternidad, aún cuando quizá me hubieran limitado por años. El amor disuelve al sufrimiento como el agua al barro. En la eternidad somos gotas del gran oceano universal, y como tal funcionamos. Quizá nos toma toda una vida o más entender que no somos por nuestro nombre, por nuestro prestigio, por nuestra profesión, por lo inteligentes que creamos ser, o por nuestro capital físico. Nos debemos a un ideal infinitamente más alto que ni sospechamos en vigilia.


Katty, mi compañera de viaje, por pasajes manifestó estar viviendo un calvario en su viaje. Por un momento traté de darle fuerza y consuelo. Tomé su mano y le expliqué, de la forma que pude y con las palabras que pude, que el sufrimiento pasaría, porque es natural que así sea. La conexión en éste tipo de viajes es tan fuerte que yo mismo, de repente, parecía estar en su misma escena tortuosa y compartirla. Bastó apartar mi mano para regresar a mi viaje y dejarla sin remordimiento alguno, sabiendo que era su trasegar y que por algo le estaba siendo dado. Si algo moría no sería precisamente ella, sino algo al interior de ella, en medio de su batalla por ser mejor.


Llega el inevitable momento del 'renacer', que se ve simbolizado en general por la expulsión del Ayahuasca, que opera como un puente natural entre el viaje a la 'gran' conciencia y el regreso a la conciencia cotidiana. Se dice que es prudente dilatar tal momento hasta donde el cuerpo ya no pueda, pues el malestar que pudiera experimentarse no se compara con la recompensa espiritual recibida, algo difícil de entender cuando, por ejemplo, lo que usualmente recibes con una borrachera es la gruesa resaca.


Tuve ése tránsito natural, y literalmente puedo dar fé de que los símbolos no son invención o capricho; algun ritual y alguna realidad encierran, y algunas puertas abren y cierran; efectivamente vomitar fue como renacer; volver a mi experiencia cotidiana sin equipaje inútil y con una gran carga energética y de sabiduría personal.


La sensación de poseer una sutil y flameante visión renovada de cada gesto y de cada ser sigue con uno a pesar del vómito. Existe una transición natural que te acompaña dulcemente y va mengüando con el pasar de algunas horas. Luego estás listo para comer algo ligero, y para ser tú mismo en tu propia vida, con nuevos elementos interiores. Éres tú; siempre has sido tú.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Antonio,

Katty me envió el Blogs, lo leí, a pesar que está al revés y para leerlo hay que empezar por el final (concejo para que traten de resolverlo)encuentro que es una gran experiencia la que vivieron. De todo lo que nos cuentan me parece interesante que las experiencias sean diferentes para ambos. ¿Tu también sufriste como Katty?,¿Que sensación sentiste cuando ella te pidió ayuda y tu la tocaste? ¿Que simbolos son los que mas se hicieron relevantes en tu viaje? y ¿Cómo evalúas actualmente los beneficios del viaje?

Espero puedas contestarme.

Rodrigo.

Anónimo dijo...

Hola!

llevo tiempo buscando gente que sepa del ayahuasca en chile, y no había encontrado alguien que contara su historia.
me interesa saber acerca de los símbolos, imágenes que no son de tu vida personal, sino imágenes nuevas. ¿como definiste su significado y como los relacionaste con tu vida?

Claudio, Stgo.

K a t e r i n e M á r q u e z - - - - - A n t o n i o R e n d o n dijo...

Hola Rodrigo,

De hecho no sufrí en mi primera experiencia con Ayahuasca. Muy por el contrario fue un viaje lleno de bienestar y alivio interior.

Cuando katty me pidió ayuda y yo extendí mi mano hacia la suya como acompañándola, sabiendo que estaba atormentada, logré percibir una escena en la que supuestamente ella estaba, y tenía que ver con un caballo oscuro que estaba siendo maltratado y no podía levantarse a voluntad. Después, su relato coincidió con altísima precisión con respecto a la imagen que te cuento.

El Jagüar fue, de lejos, el símbolo más patente durante mi 1er viaje; caras y voces de niños también. Una frase que me quedó presente de aquella expedición: 'Así es como es', que la sentía cada vez que un sentimiento o la esencia íntima de cada cosa me era revelada.

Los beneficios, según he podido evaluar con el tiempo, han sido numerosos. Hice una lista de al menos 15 beneficios observables desde mi subjetividad. No los citaré todos acá, pero te diré algunos:

- Dejé de fumar (y eso que no lo buscaba),
- Recobré un entusiasmo vital que parecía perdido,
- El dolor proveniente de algunas experiencias dolorosas que había quedado muy patente en mi cotidianidad por años empezó a disolverse magistralmente.
- Experimenté en lo sucesivo una mayor cercanía con la naturaleza.

Bueno, eso.

Chao.

K a t e r i n e M á r q u e z - - - - - A n t o n i o R e n d o n dijo...

Hola Claudio,

Bueno, en busca de una mayor seguridad detrás de cada acto como objetivo del 1er viaje, me topé con el Jagüar, que durante la mayor parte de la experiencia se hizo sentir su pesada presencia. Literalmente pesada, pues se echó encima mío, y podrás imaginar que un Jagüar no tiene el peso de un gatito. Ese quizá fue el costo de recibir la seguridad natural que le caracteriza al felino.

Algo pude re-fundar al interior mío respecto a la convicción que me entregó el símbolo del Jagüar. Siento que con el tiempo lo pude asociar con una forma más natural de percibir los acontecimientos; con la dignidad que debieras imprimir cada gesto en situaciones favorables y desfavorables en la vida.

Ví cosas muy claras, como que el sufrimiento es tan natural como alimentarse. Ninguna novedad, claro, pero lo valioso fue poder apartarme de la identificación con el dolor por la que usualmente optamos día a día y con el transcurrir de los años. Algo cambió al respecto; tuvo el poderosísimo efecto de poder des-victimizarme en mi cabeza y corazón, y eso definitivamente me permitió cerrar algunos cíclos gigantes que había dejado abiertos por años. Y así, mucho sufrimiento empezó a disolverse, tal como lo había aprendido en el viaje.

Bueno, eso. Quizá después me acuerde de algo más.

Chao.

Antonio.

li chi dijo...

ESTAREMOS JUNTO A DON VALERIO COHAILA (fredy arevalo
0 http://www.google.com.pe/search?hl=es&sa=X&oi=spell&resnum=0&ct=result&cd=1&q=valerio+cohaila&spell=1
EN SANTIAGO EL 4,5,Y 6 DE JULIO HACIENDO CEREMONIA DE AYAHUASCA Y PEYOTE ,quien tenga un grupo y vivir esta experiencia,adelante.

Anónimo dijo...

Hola, mi nombre es Hassin.
Me gustaría compatir mi experiéncia con la Madre Ayahuasca en este blog.

Tengo el permiso?

Aguardo respuesta.

Saludos fraternales.

Hassin Ghannam

K a t e r i n e M á r q u e z - - - - - A n t o n i o R e n d o n dijo...

Con todo gusto nos gustaría que compartieras tu experiencia con nosotros, tienes y quien quiera la oportunidad de utilizar este blogs para contarnos su viviencia con el Ayahuasca.

Gracias a ti por hacer que este blog siga con la intención con que fue creado hace ya varios meses...

Anónimo dijo...

Estimados Antonio y Katerine,
Soy yo quien agradece la amabilidad y la confianza en aceptar mi testimonio sin al menos conocerme.
Leer la experiencia de ustedes a 20 días atrás, fue para mi, una fuente de inspiración y de deseo en buscar la Madre Ayahuasca y participar de esta unidad del Ser en el templo sagrado de nuestro inconciente.

Mi relato valdrá la pena relatarlo desde el inicio, nombrando las dificultades de todos aquellos que buscan una forma de estrechar relaciones íntimas con la liana sagrada.

Igual a muchos peregrinos que buscan la verdad, traté de encontrar el camino más fiable para realizar la ceremonia bajo el auspicio de un chamán, sea acá en Chile, sea en Perú.

Contacté varias personas por correo electrónico, sin embargo, ninguna de ellas retornaran cualquier respuesta.

Tuve entonces la idea de buscar por Internet caminos que ocasionalmente pudiera llevarme de encuentro a un chamán o un centro de trabajos relacionados con el curanderismo proveniente de la Ayahuasca.

Entonces, hice contacto con el Centro Wanamey ubicado en Perú.
De todas las fuentes encontradas, el Centro Wanamey me pareció más seria y con mejores posibilidades para realizar mi primera experiencia con la madre ayahuasca.
Mi interés primordial era encontrar respuestas referentes a inquietudes basadas en mi salud, y mi psique de modo general.
Más que eso, también, era tener un encuentro cercano con mi Ser verdadero, mi Ser interior, el único que sobrevive a la muerte.
Yo siempre creí que mi ser verdadero no es este que piensa, razona y tiene necesidades primarias; para mi, mi esencia verdadera es una mezcla de mi personalidad actuante, y mi alma inmortal, esta que no escuchamos a menudo y que vive por detrás de los bastidores de la vida ordinaria.

Entonces, percibí que la madre ayahuasca podría llevarme a esta conexión con mi Ser eterno e indestructible.

Hice contacto con Joel Johuanchi Marca del Centro Wanamey, ubicado en Perú, floresta amazónica peruana en el valle de Pucallpa.
Joel es chamán de una familia de chamanes, y sus ceremonias son reconocidas en Perú.
El me trató muy bien en cada contacto que hice con el, y estaba seguro que viajaría.
Después de haber tratado con el la programación de mi viaje a Perú en varios mensajes y llamadas telefónicas, incluso haber reservado los pasajes aéreos, tuve un contratiempo y me veo obligado a desistir del viaje.
El problema realmente fue la parte financiera, pues el viaje en si tendría un costo superior a $ 900.000- mil pesos, dinero que no podría disponer de inmediato, sin contar los días perdidos de trabajo no remunerables que serian un total de 9 días enteros.
Tendría que escoger: hacer mi experiencia o faltar en el matrimonio de mi hermana que vive en Brasil, pues el dinero no alcanzaría para ambas las cosas. Decidí entonces no viajar a Perú.
Sentí un gran pesar, pero de igual manera no estaba satisfecho con la situación.
Entonces, hice nuevas búsquedas por Internet en el intento de encontrar alguien que pudiera enviarme la abuela ayahuasca a mi domicilio en Santiago, San Bernardo.
Y para mi sorpresa encontré muchas personas que venden la abuela y despachan desde Perú, Bolivia, Brasil e etc.
Pero el problema era en quien confiar?
La ayahuasca es vendida por Internet en valores de Euros y cada vidrio de 750ml cuestan sobre los 120 y 190 euros.

Era un momento de decidir a quien pedir y elegí aquello que más me inspiro confianza, sea por el trato vía correo electrónico, sea por la manera como mostraba la abuela. Percibí respeto y amor por la Ayahuasca de parte de esta persona.
Después de esta persona haber proveído antecedentes de su ayahuasca aquí en Chile y de yo haber constatado la veracidad de lo mismo, le cancelé el valor por Western Union
Y la abuela me fue enviada por correo, llegando a mi domicilio en menos de 7 días.
En el paquete constaba 3 botellas plásticas del Ayahuasca de 250ml, una botella de agua florida, un pedazo de palo santo, y um pedazo de la liana. Por el correo electrónico Róger, mi proveedor, envió 5 ícaros en formato mp3 y más instrucciones para ayudarme en mi primera experiencia.
A pesar de todo, yo ya había familiarizado con las observaciones para el ritual, como en un plazo de una semana antes del ritual; no comer carne de porco ni de vacuno, no beber alcohol, no ingerir azúcar o sal, no tener relaciones sexuales, no usar drogas y hacer ayunas 3 días antes sobre todo en el día de la ceremonia.

Desde que Róger envío mi encomienda, yo me puse a observar y cumplir las prohibiciones de manera que 3 días antes corté toda la alimentación sólida y pasé a puro jugo de frutas colados sin azúcar. Quería recibir la madre ayahuasca con el cuerpo limpio y libre de impurezas.

Mi ayuno empezó en el día miércoles a las 22:00hs y mi ceremonia seria el domingo en la madrugada, después de las 02:00 de la mañana.

Hablé con mi esposa y le pedí que no quedara en la casa este día con mi hijo y los llevé a la casa de su hermana. Mi experiencia tendría que ser solo, pues ella aún no comprende mi actitud a este nivel espiritual. Ella podría asustarse durante los procesos de trance y de mi estado alterado de conciencia. Por lo tanto, domingo a las 02:15hs de la mañana, tenía todo preparado para empezar la ceremonia.
Por un lapso de tiempo me cuestioné si estaba seguro en hacerlo solo, sin la presencia de un chamán o un amigo. Estaría yo con miedo?
Entonces certifiqué que no tenía miedo, al contrario, percibí que mi deseo era pasar por esta experiencia solo, pues tenía la plena certeza que no estaría solo.
Apagué las luces y solo dejé una pequeña luz prendida.
Firmé la presencia de mi ángel de la guardia invocándolo; agradecí la madre ayahuasca por la oportunidad que iba a tener en aquel momento.
A través del dominio mental cerré un círculo protector imaginario alrededor de mi casa, en todo su perímetro externo he invoqué la presencia de mis guías espirituales para protegerme por afuera y adentro de mi casa.
Prendí el equipo de música y dejé cantar el primer Ícaro. Prendí el palo santo que comenzó a soltar su humo en el local de la ceremonia. A partir de este momento conecté fuertemente con el Señor Jesús y le pedí que me acompañara en esta experiencia junto con mi ángel de la guardia. Sentí entonces una energía de protección, me sentí acompañado literalmente.
Fui entonces en dirección a una de las botellas de la abuela, con cuidado abrí su tapa que de inmediato soltó una espuma promovida por los gases del viaje. Dejé que el contenido de la espuma se cayera dentro del vaso que iba usar en la ceremonia. Vertí después el líquido, un total de 80ml, cantidad sugerida por Róger (75ml o ¼ de vaso).
Incliné el vaso sobre mi frente en la altura de mis ojos, hice una oración a la madre mentalmente y la agradecí, en seguida de una sola vez, la tragué.
Su sabor era muy fuerte, ácida, viscosa y muy poco apreciable al paladar.
Bajó por mi traquea como que cortando todo que encontraba por el camino.
Al llegar al estomago sentí como que tenía algo vivo dentro de mi, que se movía a cada rato. Era como que ella estuviera desvendando los secretos de las paredes de mi estomago.
Al cabo de 5 minutos yo no sentía nada y estaba muy relajado escuchando la secuencia de Ícaros que tocaban en el equipo, excepto un sabor muy amargo en la boca y garganta.
Entonces, desde aquel momento me puse a observar mis sensaciones y reacciones.
Aproveché también el momento para rectificar junto a mi mente conciente todo lo que yo quería pedir a la madre Ayahuasca y no olvidar de nada.
Sentí entonces, al cabo de unos 25 minutos, un calentamiento en el estomago que crecía a cada momento y mi visión comenzó a experimentar una sensación de dilatación y compresión. Los Ícaros seguían, y sentí que ahora ellos parecían más fuertes y más reales que antes, parecía que los cantos y sus cantores estaban a mi lado. En aquel momento percibí que mis manos estaban extrañas y experimentaban una sensación de hormigueo; algo igual sentía en mi estomago. En la oscuridad comencé a sentir lapsos rápidos de colores que cruzaban mi visión en tonos de colores verde fosforescente.
Percibí entonces que algo estaba llegando.
Empecé a cantar un mantra, y firmé mi mente a lo que yo quería, pero era casi imposible detener la concentración en aquel momento. De pronto figuras empezaron a surgir y movían como en un caleidoscopio; en ellas veía símbolos y figuras geométricas que se movían con rapidez. En un dado momento enfoqué la figura de un pájaro, primeramente sus ojos que miraron hacia mi con mucha intensidad; yo retribuí la mirada y la ave se mostró entera para mi con una sonrisa; yo retribuí la sonrisa y le dice que ella era muy hermosa. De pronto una voz me habló:
Ella es el espirito de la amazonía, es el protector de la abuela ayahuasca.
Iba a responder cuando me pregunté de quien era esta voz?
De pronto sentí que mis manos tenía dificultad en mover los dedos, y al levantar mi brazo derecho sentí que el no tenía peso algún!
Al mirar mi entorno parecía que estaba inmerso en un océano holográfico, nada parecía tan sólido y mi cuerpo se fundía con todo a mí alrededor.
Era cómo que todo estuviera unido a mí.
Estaba con los fonos de oído todo el momento. Me pareciera que un largo rato ya había pasado desde el inicio de la ceremonia, y tuve ganas de pararme de la silla que estaba sentado. Luego que me paro, siento que mi cuerpo casi flota en el aire.
Había perdido todo el peso de mi cuerpo. Estaba 100% conciente de todo, en ningún momento perdí la conciencia!
Volví a sentarme y ahora decidí que debía concentrarme en el viaje. Quería que la abuela me llevara al verdadero objetivo de mi experiencia. Otra vez me puse a cantar el mantra, y volví a pedir lo que yo quería, pero de súbito me veía en otras experiencias movidas por los colores, figuras y símbolos. Escuchaba una voz que me decía: Relájate, todo está bien! Escuché esta frase muchas veces en la ceremonia.
De pronto comencé a sentir mucho frío en las piernas, y antes que perdiera todo el movimiento del cuerpo, me paré, fui a mi pieza buscar una manta para cubrir las piernas. Percibí en aquel momento que no tenía más el equilibrio total del cuerpo y caminé hacia la pieza con dificultad. Encontré la manta y la traje conmigo. Cubrí mis piernas, me acomodé otra vez en la silla y entonces sentí una vibración que me estremeció todo el cuerpo. Otra vez escuché la voz: Relájate, todo está bien!

Ahora, mi cuerpo experimentaba una sensación maravillosa de libertad, era como que yo fuera un campo electromagnético que vibraba sin parar. Con dificultad alcancé la botella de agua florida y floté un poco de su contenido en el rostro y en mi coronaria.
Al poner la mano sobre la corona en mi cabeza, sentí una vibración tan fuerte jamás sentida. Era como que mis neuronas estuvieran vibrando, era como ellas estuvieran en fiesta. La sensación era maravillosa, en ningún momento tuve miedo de la experiencia.
Estaba disfrutando cada paso, cada momento, sin embargo no había encontrado aún mi ángel guardián. No había aún penetrado en la dimensión de la espiritualidad, no había visto hasta el momento cualquier entidad familiar encarnada o desencarnada. Quisiera ver partes de mi cuerpo donde hay algunos problemas (la columna), pero igual no logré transportarme para allá. (era uno de mis pedidos a la madre ayahuasca).
Otra vez la voz me dice: Relájate, todo está bien!
En este momento, mi pecho quemaba mucho, percibí que la madre subía por mi traquea y quemaba todo. Tenía ansias de vómito, pero no quería vomitar, no ahora.
Tuve ganas de ir al baño hacer pipi. Me paré y fui al baño. Me sentía ahora más mareado que antes, rodapié algunas veces al caminar, pero aún tenía la conciencia muy despierta, no me caí. Al volver del baño y con el mal estar en el pecho prendí la luz.
Mis ojos al mirar las cosas de mi casa, criaran una sensación de varios deja vous que se movían uno tras otros en la misma dirección. No podía coordinar los movimientos de las cosas. Estaba de pie en este momento y tenía un balde cercano a mí por si eventualmente tuviera deseos de vomitar. Percibí que estaba hablando con alguien.
Era mí Ser interior que me hablaba todo el tiempo.
El hablaba con mi conciencia, con mi intelecto, mi Ego.
Solo en este momento me di cuenta de eso.
Tantas cosas que el me habló y en todas eran lecciones basadas en el amor, e yo concordaba con todo, sin poner cualquier resistencia o discordancia. Era como una autoridad que yo confiaba ciegamente.
Era Dios, mi parte divina y pura hablando conmigo.

De repente, sentí algo subiendo por mi tubo respiratorio; subía con mucha fuerza y explotó en mi garganta y la boca. Era la madre cumpliendo su función, deseosa de traer en su vientre mi basura interna guardada por tantos años.
Esta experiencia (del vómito) de facto es muy dolorosa, pues no se compara a un vómito común y corriente, es un vómito que nace de lo más profundo de las entrañas de uno.
Abro la boca con la arcada, y solo escucho el sonido sin salir nada, apenas un poco de saliva muy amarga. El estomago retuerce nuevamente con más fuerza, pues quiere expulsar algo que ya no sirve más, sin embargo, coloca resistencia para salir.
Otra arcada… es como sentir una gran perdida de energía en cada una de ellas, el cuerpo siente desfallecer. Recuerdo entonces que no comía alimentos sólidos a más de 3 días, que podría salir en este vómito?
Entonces en la tercera arcada, fue como perder el aire por completo y como un volcán se expele el primer vómito con una violencia increíble, seguidos de otros 5 vómitos en la secuencia. Fue como un alivio aquellos vómitos, la verdad, fue como sentir un renacimiento de alma y del cuerpo. Respiré profundamente en aquel momento y de súbito las sensaciones de la madre fueron desapareciendo rápidamente.
Miré el reloj e ya eran 03:52 de la mañana. La sensación era que habían pasado muchas horas. Recordé que Róger me dice que se yo quisiera una experiencia más fuerte, que tomase otra dosis de la madre 2 horas después de la primera. Era justo el tiempo.
Pensé conmigo: aún no llegué donde quería, y como me siento bien, tomaré otra dosis.
La preparé entonces y repetí el mismo procedimiento del inicio de la ceremonia.
Tragué la madre de una sola vez, pero ahora su sabor se sentía más amargo que antes.
Se sentía mas áspera y pesada en el estomago.
Volví a poner los fonos de oído y seguí escuchando los Ícaros.
Pasaron varios minutos y no acontecía nada.
Ya pasaba de una hora desde la ingesta y de pronto la madre cobró su salida de mi estomago si entregar nada en cambio de lo que esperaba, ni siquiera las sensaciones anteriores.
Los vómitos procedieron de esta vez más fuertes y dolorosos.
Medité conmigo mismo: Creo que abusé, que me pasé de la cuenta. La madre ayahuasca quizás no le gustó mi actitud. Me sentí en aquellos momentos, culpable de haber hecho algo malo. Pedí perdón a la madre ayahuasca, y le dije que me perdonara por mi inexperiencia en la ceremonia. Pensé también que Róger había se equivocado en inducirme otra dosis.
Sentí sueño, ya eran las 05:04 de la mañana.
No sentía más ninguna sensación o alienación de la madre en mi cuerpo, por lo tanto, encontré por bien ir acostarme.
En la cama recordé la experiencia con mucho amor, devolviendo paso a paso en cada momento nuevo que aprendí.
Decidí entonces que ahora debía dormir, pero para mi sorpresa no podía!
Bostezaba varias veces, y no podía dormir.
Mientras estaba en la cama, de espaldas, sentí una sensación muy rara en el estomago.
Algo quemaba, entonces por cautela llevé el balde cercano a mi cama.
Faltaban apenas unas dos horas para amanecer el día, pero estas dos horas fueron las más largas que yo alguna vez en la vida la haya pasado.
Todo en mi pieza había cambiado, era como se yo estuviera en otra parte.
Mi cama se parecía un océano de cosas en la cual no podría controlar. A cada momento sentía respondiendo algo a alguien y de pronto percibía que no podía dormir.
Todo lo que yo escuché en estas horas, era mi Ser interior hablando conmigo y enseñándome. En estos momentos, una de las cosas que había pedido a la madre ayahuasca se realizó. En este momento, lágrimas corrían por mi rostro en un verdadero estado de emoción y felicidad. Otras cosas más escuché de mí Ser interior, y mientras estaba en la cama sentía una paz y un relajamiento nunca antes sentido.
Quería otra vez ir al baño, pero la sensación de relajamiento era tan profunda que no pensaba en pararme. Miré mis manos y ellas tenían un color y textura muy diferentes.
Las frazadas parecían un universo de cosas, era como se yo estuviera en un mar de frazadas. Sentía frío, un frío inusual, sobre todo en el pecho. Cambié de posición en la cama y me puse de lado. De pronto sentí la boca llenarse de saliva, era la madre que había quedado aún dentro de mí. Busqué de inmediato el balde en la oscuridad.
En esta hora pensé que iba tener algo raro. La sensación trajo un vómito que no salió y quedo trabando la salida del aire. Me ahogué y no podía respirar, hasta que un nuevo ímpeto más fuerte abrió la garganta y botó más una parte de la madre ayahuasca que había quedado aún en las entrañas de mi estomago. Aproveche el momento para levantarme e ir al baño. Allá, otra vez nuevo vómito, muy fuerte.
Ya había amanecido de todo, sin embargo los síntomas no pasaban y sentía la madre aún dentro de mí.
Volví a la cama, y otra vez tuve visiones y miraba las paredes y vía visiones y fragmentos de símbolos. Otra vez percibí estar conversando con mi Ser interior.
Estaba cansado y quería dormir, pero no pude.
Las sensaciones me acompañaron hasta las 02:00hs de la mañana del día lunes.
Me paré de la cama a esta hora y me permití beber un poco de agua.
Sentí que el agua me proporcionó alivio.
Me duché en seguida y vino al computador chequear mi correo.
Respondí algunos mensajes y luego ya eran 6 de la mañana.
Volví a la cama y dormí hasta las 12:30 de la tarde.
Cuando me levanté, sentí que todos los síntomas se habían terminado.
Volví a ducharme, y mientras duchaba, recordé las enseñanzas de mi Ser interior en la cama y constaté lo lindo que fue mi experiencia en su amplitud.

Como bien resaltó el amigo Antonio, ningún mal estar que uno haya sentido con los efectos de la madre ayahuasca, puede superar las majestuosidad de la experiencia única y total que se alcanza con ella misma.

Las cosas reales y preciosas de la vida deben ser compartidas con todas las personas que buscan la verdad y la liberación de su conciencia hacia el divino que es Dios en su plena manifestación de amor.

Pienso que todas las fuerzas de la naturaleza, trabajan en comunión con Dios, y su palabra puede llegar por diversas formas y medios; pero a través de la abuela Ayahuasca, esa conexión está accesible a todas las personas que deseen de verdad una conexión con el Padre más allá de lo esperado;

La abuela logra enseñar desde lo más profundo de nuestro Ser, haciendo de forma magistral el tan anhelado contacto entre Dios y sus criaturas espirituales aún no despiertas de su total conciencia divina.

La verdad y la concientización llegará así mismo de otras formas a las criaturas de Dios es cierto;
Pero la abuela Ayahuasca es el puente más cercano para alcanzar esta unidad perfecta con nuestro Ser y con el Divino.

Termino aquí mi larga experiencia agradeciendo a Antonio y Katerine la posibilidad de haber compartido con ustedes algo que para mi fue muy lindo e importante.

No sabría decir cuando haré mi segunda experiencia, pues deseo otra más.
Siento que todo que aprendí en la primera, además estando solo, sirvió y servirá para una mejor conexión con esta madre tan amorosa y tan ligada a nuestra psique individual en la próxima oportunidad.
Nadie nos conoce tan bien en tan poco tiempo como la madre ayahuasca, si es que permitamos su intersección con nuestra alma, basado en la humildad y la pureza de nuestra conciencia.

Saludos fraternales.

Hassin Ghannam

[Cambios & Mas cambios] dijo...

Intersante el relato, la verdad es que me gustaria tener la experiencia, pero no se si aca en mi region (IV) exista alguien que lo realize.
cualquier dato que sepan le rogaria me avisaran.

fran051@hotmail.com

Anónimo dijo...

Hola, quería decirte Antonio (y a katherine también) que me encantó leer sobre sus experiencias, y que me encuentro en una especie de preludio de la misma, que aún no tiene fecha exacta, pero en breve la tendrá... He hablado al respecto con una pareja que hace 2 semanas experimentaron con ella, y me comentaron más o menos lo mismo que uds narran, pero con sus respectivas manifestaciones... es que yo estuve a punto de ir en ese pequeño grupo, y algo ocurrió que no pude concretarlo, seguramente no era mi tiempo, pero estoy absolutamente segura que ya vendrá.
Solo quería agradecerte hayas plasmado en una página el verdadero sentido de experimentar con la planta y la profunda enseñanza que te deja, me alegra que no se haya maltratado la experiencia y que no se vanalice su aporte.
En fin, muchas gracias a ambos, y si desean estar en contacto, escribanme a rociodemar31@hotmail.com, su contacto será más que bienvenido.
Un abrazo desde Argentina
Carolina

Anónimo dijo...

Hola, soy de Barcelona (España) y me impresionan todas las historias que he leído aquí. He leído la de Antonio y me ha relajado mucho mientras lo hacía. Llevo algunas semanas informandome sobre la Ayahuasca y sus efectos y propiedades y muchos casos y opiniones y realmente estoy decidido a probarla para encontrar mi verdad personal. Lo único que necesito es un comienzo, necesito saber como empezar este viaje. Y vosotros que ya lo habéis hecho y sabéis donde se encuentran estos chamanes, lugares, etc. me gustaría que me dierais información para comenzar mi viaje, sea en Perú, Bolivia o cualquier otro país. Dejo mi mail para la respuesta: ynot_6_92@hotmail.com
Gracias por todo, un abrazo!!

Anónimo dijo...

Hola Antonio y Katherine,primero que todo quiero agradecerles la honestidad con la que compartieron su experiencia...la claridad casi poética en algunos pasajes del relato.
Les cuento que soy del sur de Chile y que he estado averiguando respecto a la Ayahuasca y sus beneficios a nivel espiritual y psíquico...siento la necesidad de hacer este viaje de vivir esta experiencia que me ayude a encontrarme, que me permita trascender como persona, me gustaría si fuese posible me pongan en contacto con las personas idóneas y que, de ser posible me puedan guiar para realizar esta experiencia con éxito.
Mi nombre es Fernando y les dejo mí correo para que, Dios mediante,me puedan contactar.

Un Saludo a ambos

fernandotoniotti@hotmail.com